El drenaje linfático post operatorio es una de las mejores fórmulas para evitar las molestias e inflamaciónque puede surgir tras la cirugía.
Consiste en una serie de maniobras suaves, ligeras y concretas y con un orden determinado que buscan ayudar a la linfa, que es la que provoca la inflamación, a que llegue a sus nódulos correspondientes y al torrente sanguíneo. Por lo tanto, este masaje ha de estimular los nódulos principales y guiar la linfa para que pueda volver a su sitio para drenar el líquido.
Opcionalmente puede ser acompañado de algún dispositivo de ultrasonidos y radiofrecuencia que mejore el resultado final.
Después de la intervención, la aparición de zonas amoratadas, aunque desaparecerán con el tiempo, puede resultar algo doloroso e incomodas. Con el drenaje linfático post operatorio, el paciente se recuperará mucho más rápido y con mejores resultados después de la operación pudiendo volver antes a la vida habitual.
BENEFICIOS DEL DRENAJE MANUAL POST QUIRÚRGICO
- El tiempo de cicatrización se reduce a la mitad
- Ayuda a desinflamar antes y reducir fibrosis
- Los hematomas y el edema se reabsorben más rápido
- Ayuda causando efecto sedante sobre las terminaciones nerviosas
- Disminuye las molestias y favorece la regeneración tisular.
- Ayuda a eliminar toxinas y alivia el dolor
- Mejora el retorno venoso
Lo ideal es hacer entre 10 y 20 sesiones, dos o tres veces por semana, dependiendo lo que paute el especialista y según vaya evolucionando el paciente.