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El paso del tiempo afecta a nuestras manos, y en ocasiones más que a otras partes del cuerpo, dándoles un aspecto deslucido, de manos viejas, secas y arrugadas que no están en concordancia al de nuestro rostro.

Las manos son nuestra carta de presentación, pero también son la que evidencia nuestra edad real y, en ocasiones, pueden otorgarnos más años de los que tenemos en realidad.

Se debe tener en cuenta que, junto con el escote, el cuello y el rostro, son la parte del cuerpo que más se expone a los rayos del sol y a todos los factores climáticos. Durante la vida, la piel ha tenido que sobrellevar y adecuar su estructura a estas circunstancias externas con más exigencia que otras partes del cuerpo que habitualmente cubrimos con ropa.

Las manos comienzan a manifestar el envejecimiento prematuro de la piel con sequedad, con la aparición de manchas marrones, rojeces y capilares dilatados. La aparición arrugas de la piel se intensifican y comenzamos a notar la piel más delgada y flácida. Estos signos se presentan en todo tipo de piel, no importa el color ni el sexo de la persona, la apariencia de manos viejas puede darse en cualquier persona.

Además de incorporar buenos hábitos de cuidados para tus manos, como la utilización de cremas específicas, cremas de fotoprotección, guantes para protegernos del frío o para lavar, existen varios tipos de tratamientos a los que puedes recurrir para prevenir las manos viejas y estos son:

  • Peeling químico
  • IPL x-Light
  • Exosomas
  • Bioestimuladores de colágeno
  • Plasmavit
  • Plasma rico en plaquetas
  • Ácido hialurónico
  • Dermapen
  • Fototerapia
  • Dermalift para tratar los lentigos
  • Pink glow
  • Ácido tranexámico
  • Nutrición celular con varios cocteles
  • Láser picosecond

Lo ideal es que vengas a evaluarte para ofrecerte el protocolo adecuado para ti